La famosa expresión “be like water, my friend”, que se convirtió en un emblema entre los jóvenes en la década de los 2000, ha cobrado fuerza durante la crisis del COVID-19. No sólo protagonizó el día a día de todos los ciudadanos, sino que también se extendió al mundo de las organizaciones, y el área de la salud no fue una excepción.
El sector sanitario fue, sin duda, uno de los que más esfuerzos y recursos tuvieron que invertir para flexibilizar y adaptarse a las circunstancias y, en definitiva, para construir una nueva realidad.
De toda crisis nace una oportunidad.. En este caso, fue la posibilidad de vernos sumidos en un nuevo escenario donde la digitalización va de la mano de otro concepto todavía poco conocido pero cada vez más extendido: el Hospital Líquido.
¿Qué es una organización líquida?
Una organización líquida es aquella que va (y también ve) más allá de sus paredes y cuyos ejes fundamentales son la flexibilidad y la capacidad de adaptación a contextos cambiantes.
Los objetivos principales de una organización líquida son la supervivencia y el crecimiento.
¿Qué es un Hospital Líquido?
De forma casi instintiva, hasta ahora entendíamos las relaciones de directivos a médicos y de médicos a pacientes de una forma muy tradicional. Creíamos que eran verticales y que situaban al paciente en la parte inferior de la estructura. Y, de hecho, hasta hace bien poco, así era.
De la expresión organización líquida nace el concepto de hospital líquido, que rompe con este organigrama favorecedor para el paciente.
En un hospital líquido, las relaciones paciente-médico o médico-gerente fluyen de forma horizontal:
- – Los pacientes tienen más conocimiento e información sobre su estado de salud y, por lo tanto, una mayor implicación, lo que se traduce en un mayor poder de decisión sobre sus tratamientos.
- – Del mismo modo, los miembros del personal sanitario, pertenezcan al área de salud a la que pertenezcan, son también capaces de intercambiar impresiones y conocimientos entre todos ellos y proponer mejoras a los gerentes (y viceversa, por supuesto).
¿Cómo se aplica en la práctica el concepto de hospital líquido?
La principal misión del hospital líquido es acercarse cada vez más al concepto de e-salud o salud 2.0 utilizando las nuevas Tecnologías de la Información.
Existe una larga lista de enfermedades que pueden diagnosticarse y/o tratarse de forma online y cada vez son más los centros de salud que cuentan con novedosos softwares de telemedicina que se adaptan a la situación de cada persona.
Muchos profesionales se reúnen a través de plataformas de telemedicina seguras, que cumplen con la protección de datos GDPR e HIPAA compliant, con conversaciones encriptadas, donde prima la privacidad – confidencialidad médico / paciente.. Del mismo modo, es muy fácil acceder a la historia clínica del paciente de forma digital y ya se ha informatizado la receta electrónica.
Medicina predictiva / De las 4p
El concepto de hospital líquido va más allá de facilitar la labor del personal sanitario, simplificar la vida de los pacientes y establecer una relación más fluida entre ambas partes.
La incorporación de novedosas herramientas de Big Data y de Inteligencia Artificial, que permiten recabar datos esenciales sobre la salud del paciente ha facilitado que ciertas enfermedades puedan diagnosticarse con antelación para, así, amenizar su prevención o aumentar las probabilidades de éxito de su posible tratamiento.
Asimismo, los profesionales de la salud ya tienen a su disposición ciertas herramientas (como por ejemplo algunos dispositivos wearables) que les permiten monitorizar en tiempo real métricas relevantes sobre el estado de salud de sus pacientes para así poder detectar posibles riesgos y ofrecer un seguimiento personalizado, cada vez más adaptado a las necesidades de cada individuo.
Los grandes beneficiados de este tipo de recursos son aquellos pacientes que presentan enfermedades crónicas. Gracias a las novedosas plataformas digitales de telemedicina y/o sus respectivas apps, pueden realizar consultas relacionadas con sus patologías de forma online, sin la necesidad de desplazarse ni de poner en riesgo su salud. Son muchas las formas en las que es posible realizar el seguimiento de un paciente a través de un smartphone o tablet.
La telemedicina forma parte ya de nuestra nueva realidad. A través del uso de algoritmos, será posible programar las máquinas para optimizar la calidad y la seguridad de la atención sanitaria y convertirla en aún más eficiente. Y gracias a todo ello, los procedimientos sanitarios serán cada vez menos invasivos y dolorosos.
Gracias a las nuevas tecnologías, los tratamientos sanitarios ya no se reducen a las cuatro paredes del hospital. Y aunque esto es realmente innovador y a priori puede parecer sencillo de aplicar, en realidad consiste en un auténtico reto que, sin duda, merece la pena asumir.
¿Por qué el concepto de 'Hospital líquido' es ahora tan importante?
No cabe duda de que la desencadenante de la revolución del concepto más clásico de la atención médica ha sido la pandemia. Si bien el sector sanitario lleva años realizando importantes avances tecnológicos, la realidad es que todavía quedan muchos aspectos por profesionalizar..
Hoy en día, el nivel de evolución tecnológica es todavía muy superior a las herramientas que muchos hospitales tienen disponibles, por lo que la atención médica todavía se enfrenta a inconvenientes tan perjudiciales para su eficiencia como son las listas de espera.
Pero todo obstáculo genera una necesidad de cambio. Y esta necesidad de cambio hacia un modelo de atención más fluido donde predominen la inmediatez, el trato personalizado, la transparencia y la seguridad es cada vez más factible y, gracias a las nuevas tecnologías, también cada vez más accesible para todos.
En Docline te podemos ayudar a comenzar esta transformación. Ponte en contacto con nosotros sin ningún compromiso.