Gracias al auge que ha tenido la telemedicina en los últimos años y, especialmente desde 2020, cada vez son más las empresas del sector sanitario, las farmacéuticas y los sistemas hospitalarios que se unen a la revolución digital y deciden ofrecer sus servicios sirviéndose de Internet y de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC).
Una sociedad conectada
Internet ha recorrido un largo camino desde que se originó y el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), durante los últimos años, ha supuesto un antes y un después en el modo en que el ser humano se comunica, comparte y genera conocimiento.
Vivimos en una sociedad conectada y regida por la inmediatez, en la que los nuevos protagonistas son los dispositivos electrónicos. En ella, los ciudadanos sentimos una presión constante por actualizarnos y adaptarnos constantemente al cambio, tanto en nuestro espacio personal como en el profesional y, evidentemente, la gran mayoría de los sectores productivos también se han unido a esta vorágine que, al parecer, solo acaba de empezar. En efecto, la necesidad de adaptarnos a la era digital es ya una realidad para todos, incluido el sector sanitario.
La OMS acuñó el concepto de salud digital en el año 2005, recomendando la incorporación a las políticas sanitarias de los estados miembros las diferentes estrategias e infraestructuras de la salud digital, pues la evidencia demuestra que tienen un impacto positivo en el acceso a la salud y, por lo tanto, en la atención sanitaria en general. No obstante, tuvimos que vernos sumergidos en este nuevo escenario impulsado por la crisis sanitaria que ocasionó el covid-19) para conocer realmente el concepto de salud digital e implementarlo de facto en nuestras vidas.
La importancia de educar a los médicos: un reto
Durante la crisis del covid-19, el personal sanitario se vio forzado a luchar por universalizar al máximo el acceso a la salud en un entorno verdaderamente carente de recursos. Hoy en día todo apunta a que nos encontramos en el momento idóneo para que todos los miembros del sector sanitario puedan formarse y educarse para transformar su modo de trabajar y, así, terminar de adaptarlo a la era digital.
El proceso de transformación digital del sector salud depende directamente de la competencia de sus profesionales, por lo que es necesario que estos se capaciten digitalmente para mejorar su desempeño y poder ofrecer una atención sanitaria de mayor calidad y adaptada al nuevo paradigma.
Competencias clave de los profesionales para la transformación digital
La adaptación a la era digital es todo un reto para todos los agentes de salud. No obstante, cada vez más ciudadanos serán nativos digitales (es decir, serán personas que habrán nacido y crecido en la era digital), por lo que los profesionales del sector sanitario deberán adquirir una serie de competencias para poder afrontar con éxito este inminente reto. Destacará principalmente la importancia de educar a los médicos en las siguientes competencias:
1. La alfabetización en salud digital
Implica conocer los dispositivos, programas informáticos y poseer la destreza básica para llevar a cabo las actividades informáticas más esenciales en el día a día, como el envío de e-mails o la navegación web. Además, es necesario saber usar estos software y hardware de forma segura.
2. La gestión eficaz de la información científico-sanitaria
Tener la habilidad de buscar, filtrar, seleccionar, monitorizar, evaluar, almacenar y organizar la información digital de forma correcta y basándose en la evidencia científica. También se debe llevar a cabo una gestión de pacientes eficaz
3. Comunicación sanitaria adaptada a la Era digital
Utilización de las tecnologías, dispositivos y canales digitales de una forma apropiada para mejorar la conexión en red y la comunicación no presencial entre los agentes sanitarios.
4. La creación de contenido digital científico-sanitario
Implica aprovechar las TIC para facilitar y potenciar la investigación y publicación científica online, así como el diseño y producción de contenidos digitales de salud.
5. El trabajo colaborativo en red con equipos de salud
Usar las herramientas y recursos digitales que posibilitan la atención sanitaria no presencial, tanto con el resto de los profesionales sanitarios como con los pacientes.
6. El conocimiento de las diferentes fuentes de datos sanitarios
También se debe saber cómo gestionarlas para extraer información fiable y resultados que faciliten la toma de decisiones clínicas individuales y colectivas.
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